Se nos acaba el año 2017, ha sido un año muy interesante para México, un año de muchos cambios inesperados, de soltar la Reforma Energética y dejar que el precio de los hidrocarburos se moviera en base a la demanda y a la logística, así como, de permitirle tener competencia a Pemex.
El alza en los precios de la gasolina provocó gran rechazo por parte de la sociedad a inicios de este año. Un año de recibir amenazas de un presidente vecino que no nos conoce y que busca humillarnos de una manera extrema y abierta, de mantener a esos gobernantes ingenuos que no estaban listos para enfrentar estas nuevas situaciones.
Un año que nos sacudió, nos sacudió desde el fondo del corazón, y nos dejó saber que este pueblo es fuerte y, lejos de asustarnos, sacó lo que desde hace mucho sabemos que somos y que ya se nos había olvidado: un pueblo unido; nos dejó saber también que esta nación es grande.
Un año de preparación para elecciones, de aceptar nuevas formas de proponer candidatos para la presidencia, estos candidatos independientes que se están ahora buscando un espacio. Un año de ver como nuestra clase política se sigue desgarrando las vestiduras, nadie quiere ser el perdedor, todos quieren convertirse en “el elegido” del pueblo. Un año donde este país se alinea a la política de seguridad de su vecino, aprobando la Ley de Seguridad Interior, que entre otras cosas, le adjudica otras responsabilidades y atributos a nuestro (hasta ahora) respetado Ejército nacional, aprobada sin ser realmente analizada sobre las consecuencias que conllevará.
Adiós año 2017, te dejamos atrás, no esperando se repitan estas escenas dramáticas que nos han deteriorado durante tu periodo. Fue difícil afrontarlo, fue difícil vivirlo y aceptarlo. No nos dejaste de sorprender. Sin embargo, este pueblo es agradecido y sabemos reconocer que hemos salido adelante juntos, que algunos tuvieron la bendición de tener un trabajo digno, un hogar donde compartir cariño, una escuela donde estudiar, un hospital donde poder recuperarse y un pan en su plato. Siempre se tiene un nuevo día para mejorar, este siguiente año 2018 es de nuevas oportunidades, y quisiéramos que algunas cosas cambiaran. Si es posible hacer una “lista de deseos”, la haríamos y sería como la siguiente:
Querido año 2018:
Reconocemos que no nos hemos portado muy bien en el año 2017, hemos hecho acuerdos que no benefician a nuestra nación y benefician a otra(s), hemos descuidado a nuestra clase social más baja y no la hemos apoyado a salir de ahí, nos hemos dejado llevar solo por nuestros impulsos y no hemos sido ni estratégicos ni tácticos ni inteligentes. Sí lo aceptamos.
Pero queremos mejorar, queremos un país diferente, un país donde las voces de la mayoría sean escuchadas, un país independiente sobre sus decisiones estratégicas, un país progresista, estable, con visión a futuro.
Queremos una nación honesta, transparente y limpia. Donde los habitantes tengan un trabajo decente en el cual se desarrollen y puedan compartir no solo su conocimiento sino su creatividad para poder hacer de la industria una fuente también de mejora continua. Nos gustaría una sociedad más igualitaria, aquella donde la mayoría de las personas puede vivir dignamente, tengan un hogar tranquilo, un alimento nutritivo, hospitales de primera con atención impecable, lugares de esparcimiento seguros donde los niños puedan jugar con tranquilidad, donde las personas se respeten y se sonrían. Pistas y calles bien construidas, sin baches. Medios de transportación masivos de calidad y en armonía con el medio ambiente para poder comunicarnos de manera fácil, rápida y dejando de contaminar las ciudades.
Sí, también queremos que este país sea menos corrupto, que nuestros servidores públicos hagan su trabajo impecable, que se gaste el dinero público como se debe de gastar. Queremos ser respetados a nivel internacional, que vean lo grande que somos y lo que podemos aportar al mundo entero. Nos gustaría mucho que llegara a la presidencia el mejor de los candidatos, el más honesto, inteligente, transparente, visionario, fuerte, organizado, estratégico, simpático y buen mozo. Y si ya entramos en más detalles claro que nos encantaría ganar una copa Mundial de futbol… si fuera posible que le pudiéramos ganar a esos alemanes, coreanos, argentinos, brasileños, ¿será mucho pedir?
Año 2018 ahora que lo pienso bien, te estamos pidiendo demasiado, un solo año no puede soportar tantas bondades después de lo que hemos hecho en años pasados. Reduzcamos la lista:
Un presidente. Más o menos honesto y más o menos inteligente si fuera posible por favor.
Menos insultos y menos opresión por parte del país vecino, bueno al menos que nos suelte un rato ¿no?
Más tranquilidad en el país. Menos crimen este año, menos muertes, menos enfrentamientos. Ya que se organicen y nos dejen por favor vivir un poco en paz.
No te pedimos menos corrupción, sería ingenuo, es año de elecciones presidenciales.
Un favorcillo, déjanos ganar un partidito en el Mundial, danos esa ilusión al menos. ¡Gracias!
Año 2018, esta lista es más realista y estoy segura que puedes cumplirla, no te vayas a poner pesadillo y nos falles con estos puntos. Ya no pedimos más. Sabemos que debemos de construir este siguiente año para poder tener un México como el que queremos en los años futuros.
Bueno, espero que cuando llegues a nuestras casas encuentres este fin de año amor, paz, armonía y cariño que es lo que los hogares mexicanos suelen poseer en estas temporadas decembrinas.
NOTA: Las galletas y la leche no son para ti, son para otros que llegan a nuestras casas. No te las vayas a comer eeehhh.
Con cariño,
El pueblo de México
Colaboración del LID para Cuarta
*Evelyn Macdonel es investigadora del LID y coordinadora de México de mis Colores.